Sherlock Holmes: the awakened
El último juego que jugué y gané fue el Sherlock Holmes: The awakened. Nunca fui muy seguidor de las novelas de Sir Arthur Conan Doyle, pero tratándose de juegos, cerca de 1992 le dí su oportunidad a la aventura gráfica de Los archivos secretos de Sherlock Holmes: el caso del escapelo mellado, que todavía conservo en original. Era intrigante, pero tal vez no lo suficiente, y no tardó en aburrirme. Luego vinieron nuevos capítulos de la saga, separados por varios años, hasta que en su última edición, The awakened, me reencontré con Sherlock y sus más que nunca presentes deducciones non-sequitur hacen aparentar de él un ser sobrehumano en sus capacidades mentales. A lo largo de la aventura, se van presentando puzzles cuya relación nos deja tantas dudas que desconocemos si lo único que corresponde hacer en el juego no es tocar todo y combinar todo con todo.
Hay algo novedoso: es una aventura gráfica en primera persona, como si fuera un fps. Cuando uno se acerca a algún objeto con el que se puede interactuar aparece una manito. Se avivaron de hacer las cosas simples para el gamer o gaymer.
La historia es bastante loca, y no la entiendo del todo aun habiéndolo ganado. Hay una secta ocultista -de tipo lovercraftiano- que secuestra gente, en especial inmigrantes, para convertirla a su culto y sacrificarla. A partir de pequeños rastros (como la huella de un zapato o un trozo de tela) Sherlock va armando el rompecabezas, siempre con la ayuda indispensable de nuestro clickeo incesante. De la Londres victoriana viajamos a un manicomio en Suiza donde experimentan con humanos y de allí a Nueva Orleans, hogar del vodoo -por alguna razón conectada con el rito sacrificial-, para volver a Londres y luego terminar en Escocia poco antes que esta secta termine con el mundo mediante un conjuro maléfico roto a último momento. Que locura loco, tanta que hará falta acudir a las soluciones para salir de algún que otro estancamiento.
Mi querido Watson nos acompaña casi siempre y por momentos lo encarnamos. Ocasionalmente sirve para resolver algunos puzzles, pero en general sólo "está ahí". Y está ahí, porque lo han programado de una manera en que no camina, pero siempre aparece atrás nuestro, teletransportado. Es raro...caminando de espaldas vemos alejarnos de él: se queda quieto y se pierde en el horizonte. Pero caminando de frente siempre que nos demos vuelta lo tendremos ahí. Nuestro inseparable compañero de aventuras es como un espectro que ha servido para ahorrar en programación.
Lo bueno: -algo de aire fresco para el universo de las aventuras gráficos, hace años en coma. -Hay muertos y los revisás con lupa.
Lo malo: -las voces, se nota que las grabaron 2 o 3 tipos, impostando distintas voces (hasta la de un niño, muy mal hecho).
-Los puzzles se resuelven algunos por obvios, otros a fuerza de clickeo, pero la historia tiene un ritmo caprichoso.
-Watson es un espectro.
Puntaje: 5 khyrons (sobre 10).
Hay algo novedoso: es una aventura gráfica en primera persona, como si fuera un fps. Cuando uno se acerca a algún objeto con el que se puede interactuar aparece una manito. Se avivaron de hacer las cosas simples para el gamer o gaymer.
La historia es bastante loca, y no la entiendo del todo aun habiéndolo ganado. Hay una secta ocultista -de tipo lovercraftiano- que secuestra gente, en especial inmigrantes, para convertirla a su culto y sacrificarla. A partir de pequeños rastros (como la huella de un zapato o un trozo de tela) Sherlock va armando el rompecabezas, siempre con la ayuda indispensable de nuestro clickeo incesante. De la Londres victoriana viajamos a un manicomio en Suiza donde experimentan con humanos y de allí a Nueva Orleans, hogar del vodoo -por alguna razón conectada con el rito sacrificial-, para volver a Londres y luego terminar en Escocia poco antes que esta secta termine con el mundo mediante un conjuro maléfico roto a último momento. Que locura loco, tanta que hará falta acudir a las soluciones para salir de algún que otro estancamiento.
Mi querido Watson nos acompaña casi siempre y por momentos lo encarnamos. Ocasionalmente sirve para resolver algunos puzzles, pero en general sólo "está ahí". Y está ahí, porque lo han programado de una manera en que no camina, pero siempre aparece atrás nuestro, teletransportado. Es raro...caminando de espaldas vemos alejarnos de él: se queda quieto y se pierde en el horizonte. Pero caminando de frente siempre que nos demos vuelta lo tendremos ahí. Nuestro inseparable compañero de aventuras es como un espectro que ha servido para ahorrar en programación.
Lo bueno: -algo de aire fresco para el universo de las aventuras gráficos, hace años en coma. -Hay muertos y los revisás con lupa.
Lo malo: -las voces, se nota que las grabaron 2 o 3 tipos, impostando distintas voces (hasta la de un niño, muy mal hecho).
-Los puzzles se resuelven algunos por obvios, otros a fuerza de clickeo, pero la historia tiene un ritmo caprichoso.
-Watson es un espectro.
Puntaje: 5 khyrons (sobre 10).
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Salu2!