¡Felices 30 años Commodore 64!



Es difícil para mí escribir objetivamente sobre la Commodore 64 así que aviso que este no será un post muy técnico sino más bien emocional. Fue mi primera computadora, la cual recibí como regalo a los 9 años de parte de mis padres, y aún la conservo funcionando, aunque sólo la mitad de las teclas realmente sirven. Hoy recordamos y celebramos el hecho de que esta increíble máquina cumplió nada más y nada menos que 30 años, y a pesar del tiempo transcurrido sigue habiendo millones de fans que gracias a la web siguen manteniendo viva la pasión por ella gracias a los buenos momentos que nos hizo pasar en nuestra infancia-adolescencia.




Hagamos primero un poco de historia, Jack Tramiel, fundador de la empresa Commodore Bussiness Machines, decidió desde el lanzamiento apuntar directamente la C64 hacia la diversión como manera de atraer compradores. De acuerdo a Bob Yannes, uno de los diseñadores del aparato "en 1982 nadie compraba computadoras por el software, a menos que sean juegos o algo parecido". La Commodore 64 fue lanzada en agosto de 1982 en los Estados Unidos con un precio inicial de 595 dólares, con las intenciones de destruir a su rival más directo, la TI-99/4a fabricada por Texas Instruments.

Sólo 595 dólares!!!
   

Era una computadora realmente poderosa para la época, ya que contenía 38k de memoria, y no 64 como uno podría pensar por su nombre ya que ni bien se iniciaba, el intérprete de BASIC (el lenguaje para operarla) se cargaba automáticamente en la RAM ocupando los 26k faltantes. Contaba además con unas capacidades gráficas asombrosas ya que podía reproducir gran cantidad sprites en 16 colores en una definición de 320x200. En cuanto a sonido no se quedaba atrás ya que contaba con un avanzado chip de sonido llamado SID capaz de reproducir hasta 3 voces a la vez, nombrado por la revista PC World como uno de los inventos más importantes de la historia de la tecnología. La influencia de la música hecha con este chip generó todo un movimiento musical que hizo crecer a la escena del Chiptune y a los grupos que creaban demos de forma asombrosa. Muesta de esto es la página High Voltage SID Collection que recopila cerca de 40.000 canciones hechas con SID.  Sin duda la Commodore 64 era prácticamente una máquina diseñada para los juegos.


 

A diferencia de lo que ocurría con las consolas como la NES en la cual Nintendo controlaba férreamente cada juego publicado, Commodore decidió no tener ningún control sobre el software para su computadora por lo que la cantidad de juegos existentes es asombrosa y prácticamente ilimitada. Todos los que tuvimos la suerte de tener una C64 recordaremos la cantidad de maravillosos juegos que existieron nos seguiremos preguntando cómo hicieron los programadores para meter tanto contenido en los magros 38k que disponían. Uno de los que más me sorprendió fue la conversión del clásico Bubble Bobble, el cual pudo contener los 100 niveles completos, casi todos los sonidos, unos gráficos casi calcados al original e incluso los niveles secretos. Con el auge del diskette, algunas limitaciones se pudieron suplir con la carga progresiva, pero eso hizo que juegos en los que la velocidad era importante como el After Burner tuviesen que cargar cada nivel a medida que avanzamos, teniendo que esperar unos interminables minutos que hacían que el juego fuese insoportable. 

A diferencia de la mayoría de que ocurrió en varios países de Europa como España donde la Spectum dominaba la escena, en Argentina (país donde vivo) y gran parte de Latinoamérica, la Commodore 64 fue por lejos la computadora más vendida de los 80 y abrió el camino para que la computación se hiciera realmente popular y masiva debido a su relativo bajo costo. Las primeras versiones que llegaron a Argentina eran las norteamericanas, las cuales por poseer una norma la norma de televisión NTSC, distinta a la usada allí (PAL-N) hacía que uno se perdiera los colores, ya que sólo se veían unos tristes tonos grises. Sin embargo tiempo después y debido al enorme éxito una compañía argentina llamada Drean comenzó a vender sus versiones de la C64 al convertir la norma de al Pal-N y cambió la carcasa original por una similar a la de su hermana mayor, la Commodore 128.

Esta máquina se vendió con el nombre de Drean Commodore 64C e incluía una versión en diskettes de 5 y 1/4 de un sistema operativo gráfico similar al Windows llamado GEOS (Graphic Environment Operating System) que se podía controlar con el joystick si bien existía ya un mouse pero su precio era realmente prohibitivo. Como detalle curioso el cambio de norma a PAL-N de la C64C hacía que ciertos juegos funcionen más lento de lo que originalmente estaban diseñados, un ejemplo: un amigo que tenía una C64 versión NTSC nunca pudo pasar el primer nivel de Out Run porque el tiempo pasaba más rápido y no era suficiente.

En mi país en una época decir computadora era decir Commodore, muy poca gente disponía de una Spectrum o una MSX, ni que decir de la Amstrad que nunca llegó. De más está decir que prácticamente todos los juegos que se vendían eran pirateados ya que era virtualmente imposible conseguir originales por su alto costo y porque no había empresas que se dedicaran a publicar. Esto hizo que de la noche a la mañana cientos de pequeños programadores con habilidad se llenaran de plata copiando en cassette y diskette todos los juegos que se pudieran hacer entrar y que los vendieran con carátulas fotocopiadas o incluso escritas a mano. Era todo una aventura salir a recorrer locales buscando las últimas novedades, yendo con el datasette en mano para evitar el problema de los juegos que no cargaban debido a la alineación del cabezal. Pequeños placeres de la vida.




La influencia que tuvo esta computadora de 8 bits se sigue viendo en el día de hoy ya que no es de sorprender que en el siglo XXI sigan existiendo frikis que están desarrollando juegos nuevos de Commodore 64 sólo por puro amor y nostalgia. Podemos además encontrar gran cantidad de juegos actuales que captan la esencia de los clásicos de esa época tales como el genial VVVVV o la saga Bit Trip, los cuáles podrían haber sido auténticos clásicos de haber salido en los 80. Existen incluso expansiones que aumentan la velocidad tales como el CMD SuperCPU que salió en 2005, el cual tiene juegos específicos como Metal Dust que sólo funcionan con dicho hardware.
Sin duda la Commodore 64 fue la computadora personal más importante de los 80 y uno de los pilares para que muchos de nosotros nos hayamos acercado a los videojuegos como pasión y modo de vida. Les dejo algunos videos que recopilan los mejores juegos y otro con algunas de las mejores canciones,  espero que les traigan tantos buenos recuerdos como los que me traen a mí.

¡Larga vida a la Commodore 64!

   

Comentarios

Contáctese ha dicho que…
Yo directamente no puedo escribir sobre esto... Me paraliza.

GRAN POST! Felices 30, y por 30 años mas! La C-64 dentro de la realidad virtual, dentro de la Matrix, la Commodore 64 en Marte! Imagínese todo lo que le espera si la comunidad (o sea, nosotros) le seguimos dando manija?

C64 Not Dead

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