La revista EDGE versión española llegó a los kioskos argentinos

¿Revistas de videojuegos? Si, es cierto. La gran mayoría de nosotros a partir de la existencia de Internet las ha dejado de comprar hace rato. La inmediatez de la información propia de la web, la gran cantidad de información que los videojuegos generan, y el hecho de que la gran mayoría de las revistas de videojuegos provengan de España, con el consiguiente desfasaje de tiempo, realidad y precio, fueron algunos de los factores que terminaron con la costumbre de ir al kiosko para conseguir una revista semanal o mensual.
Sin embargo, yo sigo siendo un amante y coleccionista de revistas de videojuegos, mi colección casi completa de las Micromania gigantes así lo atestigua, y les puedo asegurar que las releo muy seguido. Pero yo también hacía mucho tiempo que no compraba una revista y extrañaba, para qué negarlo, ese placer de hojear por primera vez una publicación. Es por esto que al pasar por un kiosko, la portada de esta revista me llamó poderosamente la atención por su título, "EDGE, La biblia de los videojuegos" delante de una foto de un ojo gigantesco cuasi inyectado en sangre y sobre el título figura la frase "videogame culture". Obviamente no me dejo convencer facilmente por el marketing, por lo que tras dos semanas finalmente me decidí y oblé los 10 pesos que la misma cuesta. Y me llevé una sorpresa (grata).

¿te parece para tanto?

Primero que nada me sorprendió la calidad del papel en la que esta impresa, con una portada semidura con relieve y colores brillantes, sin ningún titulo en tapa, solo el avance del Crysis, que parece ser el sucesor más digno del glorioso FarCry. Al hojear la revista encontramos que el papel en el que esta impresa es de una calidad impresionante, y las fotos tienen un colorido asombroso, con un diseño sumamente elegante y serio, digno de revistas "serias". Trae mucho, MUCHO para leer, más de 120 páginas y notas sumamente extensas y profundas, y ahí es donde esta revista marca la diferencia. Apunta directamente a un público adulto, de alto nivel adquisitivo e interesado no sólo en jugar sino que además quiere saber más sobre en el desarrollo y el mercado de videojuegos en todas las plataformas, aunque con una casi obvia preferencia por las consolas. Es por esto que además de las consabidas críticas a títulos de todos los formatos, la revista tiene extensas notas a diseñadores, programadores, grafistas, ejecutivos de empresas conocidas y no tanto de software lúdico que brindan diversas miradas sobre este negocio que hace un par de años genera más ingresos que el cine.

Por otra lado una de las cosas que más me agradó es una sección de retro reviews de grandes clásicos en la historia de los videojuegos, como el 3d Monster Maze de la ZX81 y una sección de "making of" o "como se hicieron" ciertos videojuegos que dejaron su marca (como el genial "Flashback" de Delphine que salió para SNES, Génesis y PC) . No existen las típicas secciones de trucos ni de ayuda para pasar X nivel de X título, ni tampoco guías o soluciones con mapas para completar juegos, ni trae cd o dvd con demos ni patches.
Luego de los elogios pasemos a hablar de lo malo. Aunque las críticas de juegos focalizan en la jugabilidad y el diseño y dejan en segundo plano los gráficos y el sonido, pecan de ser excesivamente rigurosas con las calificaciones finales, no vas a encontrar ninguna puntuación mayor a 8, por más elogiado que el juego haya sido por la crítica internacional. Se nota además predilección por consolas solo accesibles a gente de altísimo poder adquisitivo y los juegos de pc no sólo parecen ser considerados como de segunda categoría sino que parecen estar limitados a los juegos de estrategia. Por otro lado en los poquisimos juegos de pc comentados no se habla en absoluto de requerimientos de hard, se supone que tenés la compu de la NASA y que nada se te resiste.
Y por supuesto, para que negarlo, el principal problema es la demora con que la revista es publicada en Argentina, 8 meses es un siglo si hablamos de software, por lo que es obvio que las novedades comentadas van a tener olor a podrido al llegar a nuestras manos, por lo que uno no la compra para enterarse de lo último sino que sirve como material de lectura para acompañar un viaje largo por ejemplo. Más alla de estas contras, y de que vale 10 mangos, la revista me llegó a cautivar ya que logró llenar ese vacío que existía de una revista de videojuegos seria apuntada a gamers adultos que no se conforman con toneladas de páginas llenas de fotos. No puedo negar que al empezar el mes todos los días paso por el kiosko camino a mi trabajo y reviso si ya llegó la nueva (vieja) EDGE, ya que me brinda largas horas de placer de volver a tener una revista entre mis manos que no sólo respeta al lector sino que además tiene una calidad digna como para ser guardada en una colección. Mi biblioteca ya tiene un estante reservado.