El ocaso de los salones de arcades
¿Temporaria o permanentemente fuera de servicio?
Amo los emuladores pero por sobre todo el MAME. Ya lo dije muchas veces y lo diré muchas más en muchos posts. Este emulador me permitió conocer muchos juegos viejos y me permite volver a jugar a esas pequeñas maravillas que habitaban los arcades y que no jugué en su momento por falta de dinero, falta de valentía o porque simplemente no conocía. Este emulador nos permite no sólo volver a jugarlos sino miles de cosas más como saber sobre su historia, ver fotos de la máquina original, etc. A medida que el tiempo pasa, más y más máquinas se emulan, y las que ya están emuladas, se perfecciona su funcionamiento para que sea exacto, pixel a pixel, movimiento por movimiento, e incluso los mismos defectos o errores que la máquina original. Me pregunto si en algún momento saldrá antes la versión emulada que el original (Sé que es una estupidez, pero lo quería usar más como una figura metafórica que como otra cosa).
Sin embargo hay algo que ningún emulador por más avanzado que sea podra igualar: el ambiente de una sala de arcades. Recordar las filas de arcades uno al lado del otro y extendiéndose hasta el infinito me ocasiona una alegría indescriptible difícil de describir para alguien que nunca piso estos reductos. Desde muy chiquito (hoy tengo 33 años) me fascinó entrar en estos pequeños países de sueños eléctricos, maravillándome ante cada juego nuevo que aparecía (en ciertas épocas había varios nuevos por semana) e intentando grabar en mi memoría cada sonido, cada pixel, cada jugada, para después reproducirlos en mi mente y "jugarlos grátis" e incluso imaginarme niveles y situaciones nuevas que no sucedían en la máquina real. Supongo que esa era mi humilde manera de hackear el sistema en aquella época.
Las horas que he pasado en ellos son monumentales más contemplando que jugando como he contado en otras ocasiones, pero sin duda maravillado todo el tiempo y esperando a que alguien ponga una ficha en cualquier juego para ir a verlo. Estos locales rebosaban de olor a humedad, neón multicolor por todos lados, paredes sucias y oscuras, humo, calor insoportable en verano y frío indescriptible en invierno. Sórdidos galpones que acobijaban a miles de niños y adolescentes con el único deseo de gastar cantidades enormes de dinero en fichas y ver quién era mejor. Había una adrenalina indescriptible al tener la posibilidad de ser visto por muchas personas que se juntaban alrededor de esa máquina en la que nosotros sabíamos que eramos los mejores, y en las que todos te preguntaban "cómo hacer tal o cuál truco". Los cheats eran en aquella época sólo para elegidos, ya que antes de la existencia de Internet los trucos y las tácticas de los videojuegos sólo se difundían de boca en boca. Quiénes y cómo descubrían dichos trucos es un enigma similar al de las pirámides egipcias, ya que algunos eran imposibles de descubrir de casualidad.
Como todo negocio que va bien en Argentina la saturación fue inevitable y hasta entendible ya que estos locales eran realmente un buen negocio. En ciertas épocas se podían encontrar más de uno por cuadra en casi cualquier barrio y vaya a saber uno porqué estos salones se concentraban en mayor medida cerca de las estaciones de tren o de las terminales de colectivos. En mi barrio, Don Torcuato, mi salón preferido durante muchos años fue "Centergame", lugar en el que nos juntábamos con los chicos de mi cuadra para ir caminando cual procesión. Pero no dejo de olvidar otros lugares que visité asiduamente ¿Cómo olvidar el increíble salón de Enjoy cerca de Puente Saavedra y el que estaba en Plaza Once, que visitaba cuando iba a ver a mi abuela? ¿Cómo olvidar "El Disco Rojo" en San Clemente? ¿O los locales de la avenida Cabildo llenos de maquinas recién llegadas a Argentina, con gabinetes con "olor a nuevo"que me hacían soñar con tenerlos para mí todo el tiempo? Y ni que hablar de las decenas de salones de Lavalle, lugar que visitaba asiduamente tomándome el tren Belgrano y al que llegaba luego de casi dos horas de viaje para jugar algunas fichas y comerme un alfajor helado. Pequeños placeres que se llaman, si es que existen tales.
Sin duda estos templos del gaming eran bastante nocivos para nuestra salud en algún sentido, no por nada el salón de arcades de Springfield donde Bart gasta sus fichas se llama "Noiseland" (algo así como "Ruidolandia"). Si bien el volumen de cada máquina no era excesivo, juntando 50 o más andando al mismo tiempo podían volver loco o sordo a casi cualquier ser humano normal. Ir un sábado por la noche antes de ir a bailar cuando los locales estaban llenos era un auténtico desafío para cualquier persona no acostumbrada a estos ambientes. Pero no por nada somos gamers, esos sonidos para nosotros eran, como decía Perón, auténtica "música para nuestros oídos". Incluso hay gente como Andy Hofle que trata de recordar ese ruido en esta página llamada "Arcade Ambience Project Page" que, transmite puro amor por el sonido de los locales de arcades y sobre todo nos da la posibilidad de usarlos mientras jugamos al MAME tratando de achicar más la distancia entre emulación y realidad.
Cada sonido de ficha cayendo en el monedero de la máquina movía en mí una sensación indescriptible mezcla de alegría y emoción, emoción por ver un nuevo intento de destruir a ese boss tremendo, emoción por ver que hay más allá de ese nivel oscuro y repleto de enemigos, emoción por conocer más de las aventuras de aquel caballero de armadura gris que está en busca de su doncella. Sensaciones, que como bien dice Morpheus en Matrix, no son más que "impulsos eléctricos interpretados por nuestro cerebro". Mi cerebro y los videojuegos estabámos conectados en la misma frecuencia sin necesidad de estar ligados a través de un cable. El inicio de la Matrix se podría haber planteado tranquilamente en un salón de arcades. Hubiera sido más copado, sin duda, aunque más pixelado quizás.
Recorriendo hoy las calles Lavalle y Florida, la imagen es de lo más desoladora. Los que vivimos en aquellas viejas épocas no podemos menos que deslizar una lágrima al ver la situación actual. De las decenas de locales de distintas empresas que allí habían, hoy sólo queda uno llamado Magic Play, que, como todo salón tuvo que adaptarse a los tiempos que corren y contar con consolas conectadas a monitores, juegos para niños y en alguna época computadoras con acceso a Internet. Los neones siguen estando, pero el público ya no accede masivamente, en parte por el costo de las fichas, en parte porque hoy mucha gente dispone de los mismos juegos en sus consolas o computadoras. Los demás locales cerraron para convertirse en galerías o se retiraron a lugares tales como la costa donde la gente no tiene mucho problema en pagar altos precios por las fichas ya que están de vacaciones. Lo mismo pasó en el resto del pais y es lo que está ocurriendo en el mundo. No quiero usar el viejo axioma "todo tiempo fue mejor" ya que es falso, realmente creo el tiempo pasó porque así tenía que ser.
Sin duda habían cosas muy buenas de estos salones y otras que no lo eran pero en general la balanza se inclina para el lado positivo. Servían no sólo como lugar en el que descargar las pasiones gamers, sino que además funcionaron como lugares de socialización, de reunión de amigos y gente con ganas de divertirse y olvidarse durante un par de horas de sus problemas. Un lugar en el que compartir anécdotas y momentos, preparándose para el momento de salir al boliche o el pub. Un lugar que nos permitió enamorarnos y acercarnos más a este hobby apasionante que es el gaming. Sin ellos probablemente hoy este blog no estaría siendo escrito y nuestra infancia hubiera sido quizás mejor, quizás peor, pero sin duda muy distinta. Los que allí estuvimos los recordaremos con mucha alegría y nostalgia.
Comentarios
¡Que sensaciones, que nostalgia! yo no podria haberlo dicho mejor.
Filas de aparatosas carcazas de madera, desdibujadas por el humo, embellecidas por las luces... Cientos de sonidos al unisono, un golpe de palanca, un grito de alegria y la musica del tetris sonando por encima de todo.
Me alegro porque nosotros fuimos y seremos, los unicos y verdaderos gamers. El que no vivio eso, no puede serlo.
Era tambien... digamos raro, entrar a un local desconocido, en barrio ajeno, sin caras familiares.
Lo peor de todo, era haber terminado un juego o haber roto un record en un lugar asi, y no hubiera ningun notario amigo cerca, para registrar debidamente la proeza.
¿Quien no metio el alambrecito alguna vez?, a mi me habian enseñado los villeros del bajo Flores. Una vez, eramos 15 alrededor de un Rygar desididos a terminarlo, a como de lugar... El Rygar (para el que no sabe o no se acuerda) hacia un grunido diabolico cada vez que marcaba un credito, un "BRUWMM". Estabamos meta alambrecito, gritando "GOOOLLL" los 15, para tapar el ruido y que no se avive la cajera (Lorita, si estas viva, un saludo).
¡Que epocas!
Un saludo
Ahí aprendí mis primeras lecciones en gaming. Recuerdo que jugando beat´em ups, objeto que tiraba un enemigo, objeto que agarraba, sin importar si verdaderamente lo necesitaba o si era o no el momento adecuado para agarrarlo. Así jugando al AVP con un man que me llevaría 10 años mas o menos recuerdo como me enseñó a dejar los sabrosos y regeneradores cachos de carne que tiraban algunos aliens para cuando mi vida estuviera acabando. Hoy en día me parece una estupidez, pero en ese momento aprendí una lección valiosa.
Recuerdo mi ira cuando el puto de Duhalde promulgó esa ley para sacar a todos los arcades del conurbano... porque las madres hijas de puta que no tenían idea como criar a sus hijos decían que "ahi adentro se vende droga y se toma vino"... y si se hacía... cual es??? me gustaria ver que prohiban las escuelas tambien... o las plazas (que están en proceso cercandolas como las están cercando) o cualquier otro lugar donde "se venda droga". Oh si!!! Prohibamos las farmacias!
Y asi... desaparecieron de a poco. Los pocos que resistieron, se convirtieron en pequeños antros esparcidos por los barrios... en casas! Recuerdo que cuando mis dos palacios viciosos de Longchamps cerraron (que hoy uno esta convertido en un quiosco y el otro en una remisería) caminando por el barrio guiado por el extasiante sonido del Tetris, encontré a alguien que en su casa, en una de sus habitaciones, todo amontonado y mohoso, habia improvisado un salon de arcades...
Pero hasta esos fueron perseguidos tambien... en la privacidad de sus casas... bajo la excusa de que sus hijitos malgastaban su tiempo en esos lugares de perdición.
Quedan muy pocos hoy en día... y tengo que corregirte Khyron... el que queda en Lavalle al 600 es Magic Play... Magic Center cerró hace un triste mes... un mes de silencio en la peatonal en esa cuadra que ahora es mas triste aún... con la mitad del Bingo demolido... y la musica de Michael Jackson que la ponen solo porque se murió. Te juro que pondría un parlante gigante con los sonidos de la pagina que pasaste... solo para que las cosas se sientan como siempre fueron. Pero bue... algun pelotudo va a aparecer a quejarse por la contaminación sonora... cuando todos los días tenemos que aguantar ambulancias, cumbia y los pelotudos que te gritan en el oído para ir a comer a sus restaurantes sucios.
No... el tiempo pasado SI fue mejor... porque nosotros lo vivimos diferente... y porque sentirnos despojados de lo que fuimos nos hace pelota y nos jode por dentro. Ahora se como se sentía mi abuelo...
En fin.
No te olvides de promulgar el proyecto de salvación de Magic Play!!! Yo propongo que nos juntemos aunque sea una vez por semana TODOS los que nos consideramos gamers y copemos el local para empezar por lo menos.
:)
Tuvimos los Sacoas (cuya invencion de las tarjetas magneticas fue el principio del fin, aguanten las fichas), los de 20 tuvieron los Cibers, ahora hay... ¿que hay? ¿juegos en red? ¿Facebook (brrrrr, caca)? y quien sabe que vendra.
La vida tiene momentos, que sean buenos o malos, depende de uno.
Hoy no tenemos salones de arcade, pero tenemos unos juegos que te vuelan la peluca.
Por favor, no se como poner links en los comentarios, pero busquen videos en youtube de los salones de arcade japoneses que existen hoy dia, son IMPRESIONANTES.
Saludos
Mención honorifica de mi parte a los queridos pinballs o flipers, como se quiera llamarlos, que de tanto en tanto encuentro alguno derrumbado en algún bar de mala muerte por Mar del Plata (el de Terminator era sensacional!!!)
Le mando un abrazo y no me flaquee que todavía hay muchos más desafios catódicos por delante!!!
PD: alguien recuerda la cascada de fichas? quien NO le pego una sútil patadita pa' enganchar algunas?
Esto es hermoso, coincido con casi todo.
Y la sensación de ser observado... inexplicable.
Mágico. Y muchas gracias por el aviso, Es Sociedad Gamer quién trajo la primicia.
Todo esto fue en un pueblito de tierra del fuego, y recuerdo que cada vez que iba a buenos aires, no me importaba ni el obelisco, la costanera, el planetario, el cabildo, etc; lo unico que me importaba era ir a la calle lavalle y jugar toda la tarde porque salian re baratas las fichas (5 x $1!!) salvo los juegos nuevos que salian mas caros pero que me hacian maravillar ya que en mi pueblo ni en 30 años estarian esos juegos XD
Ahora vivo en cordoba y siguen habiendo un par (sacoa incluido). De vez en cuando voy solo para escuchar el sonido de todos los juegos a la vez, los murmullos, los gritos o las puteadas de los pendejos que se creen muy buenos.
No lloremos porque ya no estan mas, sonriamos porque tubimos la suerte de "vivirlos" :)
pero ahora soy madre de un adolecente ( un poquito autista) que tiene debilidad por estos juegos, y aunque los tiene en casa quiere ir a jugarlos a magik play, su lugar preferido, a veces vamos al hiper coto de Lanus. Me encanta ver a mi hijo disfrutar lo mismo que me gustaba a mi. muy lindo todos los comentarios
yo recuerdo ya desde mi tierna infancia cuando ibamos a la costa a veranear con la flia pasar momentos varios en esos lugares, jugando, mirando a otros, buscando fichas mal puestas, créditos sin usar. De eso, a pasar el "entretiempo" de la doble escolaridad a un fichín groso del once. pero los tiempos cambian, y como siempre, lo que ya no es redituable, desaparece.
una pena realmente, pero nos queda saber que pasamos buenos momentos y que eso, nadie nos los podrá quitar.
Yo tengo el sitio www.museoretro.com.ar
y el blog
www.museoblog.com.ar
Donde siemrpe hablod e videojuegos, nuevos y viejos.
Tengo un arcade en casa, cuando lo compré era un Street Fither II CE (placa pirata) luego compore una placa original pero del Super Street Fighter II, y mas tarde lo transformé en un mame, cambiando el monitor agregandole una pc, y una ipac. En fin, es mi gran orgullo y mi cable a tierra ya que se que los saloens van a desaparecer. Ojalá pudiese tener un lugar grande donde juntar muchas maquinas, somo hacen los yanquis en las convenciones de maquinas originales que dan ganas de quedarse a vivir!! En fin, te felicito por el blog, la nota y la buena onda. Los gamers somos sociables tambien, jeje.
http://www.facebook.com/groups/138892403292/
saludos!!!